Las cuencas hidrográficas pueden sufrir contaminación tras un incendio forestal. Esta conclusión, además de la importancia de profundizar en la materia, ha sido el resultado de un estudio realizado por la Unión Geofísica Americana. Como señalan los investigadores, tras un incendio, las aguas de las cuencas hidrográficas afectadas pueden tener un mayor volumen de contaminantes.

Una laguna de conocimiento previa a la investigación

La contaminación provocada por los incendios forma una laguna de conocimiento. Como indica Stephen LeDuc, del Centro de Salud Pública y Evaluación Ambiental de EEUU, apenas existen unos pocos estudios sobre los contaminantes producidos en incendios. Además, apunta el investigador, debe analizarse no únicamente los contaminantes resultado de incendios de bosques sino también los producidos por la combustión de otros materiales.

Análisis de la tendencia en el agua post incendio. Para el estudio, se han evaluado las tendencias recogidas por 184 artículos científicos escritos desde la década de los ochenta. En estas publicaciones, se observa cómo, habitualmente, el flujo de la corriente aumenta durante los años siguientes a un incendio forestal. De igual manera, también se ven incrementados tanto los sedimentos como la temperatura del fluido. 

Se han evaluado las tendencias recogidas por 184 artículos científicos escritos desde 1980

Además de subir la temperatura, también aumentaron distintas sustancias. En la literatura, se aprecia cómo también fue común que, tras el incendio, hubiera un mayor volumen de nutrientes, metales tóxicos y productos químicos orgánicos. En algunos casos, la concentración observada llegaba a ser de entre diez y cien veces superior a la medida registrada con carácter previo al incendio.

Consecuencias de los incendios forestales sobre el agua

Los efectos del incendio pueden suponer un riesgo por contaminación. Tras un incendio, el agua presenta ciertas sustancias químicas como el arsénico, las cuales podrían exceder los límites máximos establecidos. Muestra de ello, son los niveles de benceno que el estudio advierte en el agua del grifo de la localidad de Paradise (California). Además, las elevadas concentraciones de metales en las cenizas podrían repercutir en la escorrentía.

La investigación se centra en una cuestión escasamente estudiada. Durante el proceso de trabajo, la revisión de literatura realizada ha puesto de manifiesto que no existe un sólido conocimiento de investigaciones previas. Esta carencia dificulta el trabajo que se realiza tras un incendio y representa una laguna en la comprensión sobre las repercusiones que representa para la contaminación.

La revisión de literatura ha puesto de manifiesto la carencia de investigaciones previas

El monitoreo de calidad del agua urbana reduciría la brecha de conocimiento. Dennis Hallema, miembro del Instituto de Investigaciones del Desierto (Las Vegas), señala la idoneidad de un sistema de monitorización. De esta forma se podría evaluar la calidad del agua previa al incendio con un breve lapso de anticipación. Como señala Hallema, existe un notable interés por establecer una adecuada monitorización. 

Recuperación del área afectada

La investigación también contempló las repercusiones de los incendios en las cercanías. Como indica LeDuc, la frecuencia con la que se producen los incendios se está incrementando en zonas como el oeste de Estados Unidos. Ante esta situación, debe valorarse que, si las áreas afectadas por el incendio no se recuperán, aumentará el estrés hídrico. Por lo tanto, las zonas incendiadas pueden recibir un mayor trabajo de restauración.

Un mayor conocimiento sobre los efectos de los incendios forestales para su recuperación. Tras el trabajo realizado, el equipo investigador espera que el resultado obtenido permita una mayor planificación tras los incendios forestales. De esta forma, la recuperación en el agua podrá ser mayor y más efectiva.

El trabajo realizado permite una mejor planificación tras los incendios forestales

Conclusión

El estrés hídrico está causado por múltiples razones. Como hemos visto en la investigación relacionada, los incendios forestales pueden ser causa de que las aguas del área afectada se vean perjudicadas. Por lo tanto, el estrés hídrico aumenta. Por ello, es tan necesario desarrollar estudios y trabajos académicos que nos ayuden a identificar el potencial riesgo que pueden sufrir los recursos hídricos. De esta forma estaremos cuidando nuestro medioambiente y ayudando a una mejor gestión de los recursos.

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