Prevenir fatbergs exige intervención eficaz en origen. Los fatbergs, también denominados bloques sólidos de grasas, se forman a partir de aceites, residuos y detergentes en redes de alcantarillado. Estos aglomerados reducen la capacidad hidráulica y elevan los costes de mantenimiento urbano. Las trampas de grasas convencionales resultan ineficientes porque no capturan fracciones emulsionadas, que atraviesan el sistema y favorecen bloqueos persistentes. Para resolver esta limitación, investigadores de la RMIT University desarrollaron un interceptor optimizado que combina innovación hidráulica y tratamiento químico, logrando eficiencias de hasta el 98 % en aguas reales.
Diseño hidráulico del interceptor de grasas
La innovación comienza con un rediseño hidráulico. Las condiciones en cocinas industriales —detergentes, temperaturas elevadas y grasas emulsionadas— superan las capacidades de los interceptores tradicionales. El nuevo sistema incorpora deflectores internos. Estos elementos reducen la velocidad del flujo y prolongan el tiempo de residencia, favoreciendo la coalescencia y la separación por gravedad. De este modo, el dispositivo captura tanto fracciones grandes como emulsiones persistentes, optimizando el rendimiento global.
El diseño fue validado en condiciones experimentales. Ensayos con caudales de 1,2; 1,62 y 2,115 litros por minuto mostraron comportamiento estable en distintos regímenes hidráulicos. Los resultados confirman su robustez frente a variaciones de flujo. Incluso a 2,115 litros por minuto, los ácidos grasos principales permanecieron por debajo de 25.000 mg/L. Este desempeño demostró que la geometría de deflectores es clave para sostener eficiencia, lo que conecta directamente con el análisis detallado del efecto del caudal.
Los deflectores mantienen alta eficiencia incluso con caudales elevados
Efecto del caudal sobre el perfil lipídico
El caudal condiciona la retención de grasas en el interceptor. A mayor velocidad, el agua circula con menor tiempo de residencia y se incrementa el arrastre de fracciones emulsionadas hacia el efluente. Ensayos a 30 °C confirmaron esta tendencia. En caudales altos, los ácidos palmítico y oleico superaron los 20.000 mg/L, evidenciando menor eficacia de separación. Los resultados señalan que la máxima eficiencia se alcanza en rangos bajos y medios, entre 1.200 y 1.620 mL/min
La temperatura intensifica las pérdidas de eficiencia a caudales altos. A 40 °C, la menor viscosidad estabilizó emulsiones y dificultó la decantación de fracciones lipídicas de cadena larga. Los perfiles siguieron mostrando predominio de palmítico y oleico. En esas condiciones, concentraciones cercanas a 25.000 mg/L redujeron significativamente la eficacia de separación. Estos hallazgos demuestran la necesidad de medidas complementarias para garantizar rendimiento estable incluso a 2.115 mL/min
Altas temperaturas reducen la eficacia y exigen medidas complementarias
Integración química con sulfato de aluminio
La coagulación química responde a las limitaciones físicas detectadas. Cuando el caudal es alto o la temperatura favorece emulsiones estables, una dosis reducida de sulfato de aluminio mejora la retención. El proceso aglomera microgotas y partículas finas. Los flóculos formados se eliminan fácilmente tras la acción de los deflectores. Con este refuerzo, la eficiencia superó el 90 % en pruebas experimentales y alcanzó hasta el 98 % en aguas reales
La integración química amplía la flexibilidad operativa del sistema. Los operadores pueden ajustar la dosificación de coagulante según la carga lipídica, evitando sobredosificaciones y asegurando estabilidad en diferentes escenarios. Este enfoque optimiza el rendimiento global del interceptor. Además, el diseño es escalable y adaptable a distintos tamaños de cocina comercial. La posibilidad de retrofit en sistemas existentes reduce costes, consolidando su valor práctico para la industria del saneamiento.
La coagulación ajustable garantiza estabilidad, eficiencia y menor coste operativo
Aplicabilidad industrial y sostenibilidad
La validación industrial confirma su viabilidad. Empresas como South East Water y Water Research Australia colaboran en proyectos piloto, garantizando que el sistema responda a exigencias reales de operación. La colaboración aporta fiabilidad y transferencia tecnológica. Este trabajo forma parte del ARC Linkage Project, que une investigación académica, operadores y fabricantes del sector agua. El sistema está listo para su escalado industrial.
La innovación responde a criterios de sostenibilidad. Actualmente se investigan diseños que logren alta eficiencia sin necesidad de coagulantes, optimizando la dinámica de fluidos. Esto alinea la tecnología con tendencias del sector. La reducción de aditivos químicos minimiza impactos ambientales y huella de carbono. El sistema no solo protege infraestructuras, también promueve sostenibilidad en ingeniería del agua.
El interceptor optimizado reduce químicos y promueve sostenibilidad hídrica
Conclusión
Este avance supone un cambio de paradigma. Prevenir la entrada de grasas en origen representa una estrategia prioritaria frente a los fatbergs, con beneficios técnicos, económicos y ambientales. La colaboración con la industria refuerza su aplicabilidad. El sistema combina innovación académica con validación práctica, asegurando transferencia al sector. La ingeniería del agua dispone ahora de una herramienta decisiva y sostenible.
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